Inteligencia Artificial:
Desarrollo y utilización de ordenadores con los que se intenta reproducir los procesos de la inteligencia humana.
RAE, 22.ª edición (2012).
El Hal 9000 de 2001: Una odisea en el espacio (Stanley Kubrick, 1968).
El pasado martes día 2, el físico Stephen Hawking (1942) concedió una entrevista a la cadena británica BBC en la que advirtió que “el desarrollo de una completa inteligencia artificial podría traducirse en el fin de la raza humana”. Además, señaló que los robots podrían llegar a “rediseñarse a sí mismos”. Según Hawking, se está yendo demasiado lejos en el terreno de la Inteligencia Artificial (I.A.) y esto podría poner en peligro nuestra supervivencia.
Sus declaraciones siguen la línea de pensamiento de mucho otros científicos, como Kevin Warwick, quien, tal y como comentamos en el artículo referente a los cíborgs, opina que la inteligencia de los robots será superior a la humana y que si esto ocurre, los robots acabarán dominándonos.
Metrópolis (Fritz Lang, 1927).
Her (Spike Jonze, 2013).
Asimismo, la psicóloga Sherry Turkle (1948) en su libro Alone Together (2011), en el que hablaba de cómo las tecnologías nos distancian de los demás y nos hacen estar conectados y la vez aislados, explicaba que el desarrollo de la I.A. se estaba centrando en la creación de dispositivos que alcancen la empatía de los seres humanos. Dicho de otro modo, dispositivos hacia los cuales podamos sentir estima, capaces de fingir emociones y de llenar un cierto vacío emocional en nuestras vidas. Este hecho podría suponer el reemplazo de los seres humanos en las relaciones afectivas, el último eslabón que le queda por conquistar a la I.A..
Inteligencia artificial (Steven Spielberg, 2001).
Pepper, robot capaz de interpretar emociones.
Hogares inteligentes, coches que se conducen solos…, la I.A. avanza a pasos de gigante, y Japón va la cabeza de estas innovaciones. En junio se presentó a “Pepper” un robot capaz leer emociones, creado conjuntamente por SoftBank Mobile Corp y la francesa Aldebaran Robotics. Su venta al público está prevista para febrero de 2015 por un precio de 198.000 yenes (1.400€).
Resulta difícil imaginarse al simpático Pepper tratando de atacar a las personas, pero más allá de la gracia que nos causa ver a estos robots japoneses jugando al fútbol, bailando break dance o realizando cualquier otra actividad propia de los humanos, no podemos evitar sentir un cierto escalofrío al plantearnos “¿Hasta dónde puede llegar la I.A.?”. Podemos pensar que son paranoias causadas por ver demasiadas películas de ciencia ficción en la que los robots se rebelan contra los humanos, pero cuando oímos a científicos de la talla de Stephen Hawking haciendo estos vaticinios, nuestro miedo a la I.A. aumenta.
Yo, Robot (Alex Proyas, 2004).
Pero no nos engañemos, la I.A. también puede hacer aportaciones positivas a nuestras vidas. En un futuro podría hacer trabajos duros para el hombre y de forma más rápida y eficaz. Esto nos recuerda mucho a los “replicantes” de Blade Runner (Ridley Scott, 1982), pero en la realidad tenemos la certeza de que un androide no puede sentir emociones, puesto que no tiene autoconciencia de sí mismo.
Volviendo a las declaraciones de Hawking, ante la amenaza de una superioridad intelectual de estos dispositivos, considera que la solución para no ser subyugados o exterminados por éstos está en formar colonias en otros planetas, con el fin de evitar una posible “catástrofe tecnológica”.
De momento todo esto son predicciones y la inteligencia artificial aún no ha superado a la de los humanos pero, ¿quién sabe lo que nos deparará el futuro?
Y vosotros, ¿pensáis que la I.A. superará la inteligencia humana y nos reemplazará? ¿Compartís la visión de Hawking? Desde vuestro punto de vista, ¿cuál sería la mejor forma de evitar una posible rebelión de los dispositivos de I.A.?
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