iBooks Authores una aplicación de Apple para Mac OS X que permite a los autores y editores web crear fácilmente libros digitales para el iPad y publicarlos en iTunes Store. Los libros son accesibles de forma gratuita o en descarga de pago y solo funciona en ordenadores Mac.
Aparentemente, iBooks sirve para crear libros de texto educativos, pero también permite la creación de libros de recetas o de historia, libros de imágenes o manuales educativos. La aplicación permite la introducción de fotos, imágenes interactivas en 3D, vídeos, texto, etc, y esto a través de widgets Multi Touch.
Esta herramienta es muy sencilla de utilizar y requiere poco tiempo de elaboración de cada texto. Para repasar conocimientos los estudiantes podrán ponerse a prueba con cuestionarios básicos.
El proceso se inicia cuando se acaba de escribir y se decide exportar. Se puede exportar directamente a iTunes Producer y ofrecer el escrito en la tienda de libros de Apple o compartirlos desde la aplicación. La primera opción estaría más orientada al autor que quiera difundir su creación, la segunda está más centrada en la intención interactiva. El envío puede ser en formato abierto para que se siga editando en otro ordenador, en formato ibooks o en PDF para que funcione en otras tabletas o incluso en el ordenador.
En otra entrada hablamos del libro electrónico en la educación. Esta aplicación ayudaría a compartir la unidad didáctica con todos los alumnos para que la lean en el iPad. Por otra parte, esto supone el gasto aproximado de 479 euros por tableta, algo no accesible para todos los estudiantes.
El autor, si lo desea, puede cobrar por cualquier libro que suba a iTunes, pero sólo lo podrá hacer a través de Apple y con el consentimiento de la industria.
Estos muros son otra de esas herramientas colaborativas que ofrece Internet. Son la versión digital de los corchos, tablones de anuncios o murales de toda la vida y en esencia sirven para lo mismo, solo que en Internet, lo que ayuda a la participación de muchos usuarios a la vez.
Pueden servir para muchas tareas como aportar ideas, propuestas, conclusiones, realizar una lluvia de ideas, listas y llevar a cabo todo tipo de colaboraciones de manera instantánea.
Comparte las mismas ventajas que otras plataformas de este estilo: son fáciles de usar e interactivas, potencian la difusión de la información, son multimedia, ofrecen la posibilidad de hacer un muro público o privado y se pueden compartir.
Algunas de las principales herramientas de confección de muros colaborativos son:
Padlet permite crear muros de forma totalmente libre y abierta, está disponible en español. Se puede crear un muro sin necesidad de registro para probar la aplicación durante 24 horas.
Linoit solo está en inglés, pero ofrece muchas opciones y tiene su propia app gratuita para iOS y Android. Funciona sobre todo con post-it y la interfaz por defecto tiene el aspecto de un corcho, aunque se puede personalizar.
Mural.ly: ofrece un servicio gratuito para probarlo durante 30 días, pero es de pago. Ofrece muchas opciones que no permiten otras herramientas, como insertar documentos de Google Docs, PDF o presentaciones de Slideshare. Su funcionamiento recuerda a Prezi, ya que se puede establecer un itinerario de navegación por el contenido, además de tener la opción de presentación, que funciona con diapositivas.
Koowall cuenta con varias categorías según el grado de privacidad: Muros (libertad para verlos y editar), Paredes (libertad para verlos, pero requiere invitación para editar) y Tapias (totalmente privado). La interfaz tiene aspecto de muro, y se construyen de forma horizontal.
En definitiva, los muros colaborativos son recursos online que pueden tener muchas aplicaciones, siempre que se tenga un objetivo concreto. Ahora que las conocéis, ¿qué os parecen estas herramientas? ¿Os resultan útiles?
Hace un tiempo tratábamos el tema de la escritura colaborativa con las wikis, hoy quiero retomar ese concepto de colaboración en línea para hablar sobre los mapas colaborativos. Estos mapas funcionan igual que una wiki, por lo que los usuarios pueden editar y eliminar, así como aportar nuevos contenidos, en este caso información sobre un lugar.
Existen plataformas como Google Maps, que permite crear tu propio mapa y compartirlo con amigos con la aplicación My Maps, y otras como Wikimapia o Wikia, que tiene una sección dedicada a mapas colaborativos.
→ La aplicación My Engine Lite de Google, también conocida como Mis Mapas (My Maps) se suele usar con fines más prácticos, como marcar rutas, actividades y sitios de interés para compartirlos con un grupo de amigos que también puedan editar. La función de compartir se lleva a cabo igual que otras aplicaciones de Google como Drive.
→ Wikimapia es un mapa interactivo editable. Combina la tecnología de Google Maps con un sistema wiki para que cualquier usuario pueda añadir información sitios de todo el mundo, con el objetivo de realizar un mapa mundial libre, multilingüe y actualizado.
El principal inconveniente es la libertad que se le da al usuario para crear y editar, ya que en Wikimapia no hay supervisores, sino que son los propios usuarios los que, de forma anónima, corrigen. Por tanto, no se garantiza la ausencia de erratas.
← ¡Click!
→ Wikia Maps permite crear y editar mapas del mundo real, pero también de mundos inventados o fantásticos sacados de videojuegos, libros o de cualquier otro sitio. Esta plataforma permite poner marcas y pines en los mapas o imágenes y personalizarlos, así como agregar notas informativas. Con este soporte se ha creado, por ejemplo, un mapa interactivo del Halcón Milenario de Star Wars.
→ OpenStreetMap es otro de estos proyectos colaborativos de creación libre de mapas editables, cuyo objetivo es hacer que la información geográfica pública se pueda usar y compartir libremente. Esta plataforma tiene la ventaja de ofrecer más detalladamente zonas urbanas, ya que otras como Google Maps no profundizan tanto a nivel callejero.
¿Y para qué pueden servir estos wiki mapas? Pues para planear un viaje, marcar sitios de interés para ir con amigos, apuntar qué lugares has visitado y cuáles no… Y si eres más imaginativo o te gusta escribir puedes usarlos para crear mapas ficticios y recrear las rutas de tus personajes o los de un libro, serie, etc. Seguro que si lo pensáis se os ocurren más usos prácticos con estas herramientas.
Para terminar, os dejo algunos mapas desarrollados con la tecnología de Google Maps que, aunque no son colaborativos, están muy trabajados y son curiosos. Pinchad en ellos para explorarlos:
El actor Kunal Nayyar (The Big Bang Theory) con las Google Glass.
Han pasado dos años y medio desde que se inventaron las Google Glass, y menos de un año desde que se pusieron a la venta a todo el público, y aún existen todo tipo de mitos y polémicas en torno a ellas. ¿Sabemos realmente en qué consiten estas extravagantes gafas?
Si consultamos Wikipedia veremos que son definidas como un “dispositivo de visualización tipo gafas de realidad aumentada”. Unas gafas de realidad aumentada o casco de realidad virtual son dispositivos que se colocan en la cabeza y nos proyectan imágenes muy próximas a nuestros ojos, en este caso como si fuera el monitor del ordenador, y que pueden ser monoculares como las Google Glass o binoculares. Esta invención patentada por la multinacional Google, salió al mercado de forma limitada en 2013, bajo el nombre “Google Glass Explorer Edition”. El 15 de abril salió a la venta de forma oficial no-limitada con el mismo precio que en la primera edición: 1500$. Meses después se lanzó en Reino Unido por 1000€.
En un principio se destacó su utilidad como cámara subjetiva, a pesar de que ya existían cámaras con esas características, por lo que más tarde serían presentadas principalmente como segunda pantalla de ordenador para consultar, por ejemplo, tu correo. En julio de este año, la compañía decidió darle una vuelta de tuerca a su imagen frente a los consumidores y pasó de venderlo como el siguiente paso en teléfonos móviles inteligentes, a recalcar su funcionalidad en ciertos entornos profesionales. En cuanto a uso personal, ofrece la posibilidad de manejar un teléfono inteligente y todas sus aplicaciones solo con la voz. En el terreno laboral, tiene aplicaciones principalmente en la medicina. Permite a los cirujanos vigilar las constantes vitales del paciente mientras opera sin tener que mirar el monitor o preguntar a sus asistentes, grabar en primera persona una operación médica, o acceder rápidamente al historial de los pacientes.
Visión subjetiva de Google Glass.
Aún así, no es un producto ampliamente divulgado, lo que hace que la muchas personas alberguen dudas sobre su uso y se muestren escépticas en cuanto a su funcionalidad. Por ello Google, antes de su venta, difundió un decálogo derribando los mitos más típicos sobre las Google Glass. Se explica, entre otras cosas, que no graban constantemente, ya que si eso fuera cierto su batería se agotaría en muy poco tiempo, o que no molestan en los ojos, pues se sitúan al lateral de la retina, no delante.
Sergey Brin, cofundador de Google con las Google Glass.
A pesar de las aclaraciones de Google, estas gafas han generado tantos seguidores como críticos. Hace apenas unas semanas conocíamos el primer caso de adicción a las Google Glass que había sufrido militar estadounidense de 31 años que participaba en un programa para el tratamiento del alcoholismo. La noticia publicada en Addictive Behaviors, contribuye al debate sobre un producto polémico desde su inicio y nos alarma del riesgo que sufrimos de engancharnos a Internet en un mundo inundado de dispositivos digitales.
Entre los detractores se encuentra el filósofo y lingüista Noam Chomsky considerado por The New York Times como “el intelectual vivo más importante del siglo X”. En una entrevista para The Laura Flanders Show, dijo que este invento era “ridículo” y que al permitir conectarse a Internet todo el día acabaría por destruir a la gente. Estas declaraciones eran una réplica a un comentario que hizo el director de Google, Eric Schmidt, donde aseguraba que “si estás haciendo algo que no quieres que esté en el internet, entonces no deberías hacerlo”. Este planteamiento, decía Chomsky, le recordaba al futuro imaginado por G. Orwell en la novela 1984, en la que los individuos están constantemente vigilados por cámaras y bajo la presencia televisiva del “Gran Hermano”.
Señal de prohibición para las Google Glass.
Asimismo, esta semana hemos sabido que EE.UU han decidido prohibir el uso de las Google Glass en los cines, con el fin de evitar que se graben las películas y frenar la piratería. También están prohibidas en diversos lugares como casinos, o algunas escuelas, tiendas o gimnasios. Lógicamente tampoco se permiten en bancos y cajeros para evitar el robo de identidad. Especialmente divulgado fue el caso del “5 Point Café”, en Seattle, cuyo nombre dio la vuelta al mundo por ser el primer bar en prohibirlas.
Parece ser que la mayoría de oposiciones se basan en el peligro de perder la privacidad y depender de Internet las 24h, pero, ¿acaso no es algo que ya ocurre desde mucho antes de la creación de estas gafas?. Desde que la mayoría de nosotros tenemos teléfonos inteligentes o smartphones es habitual cruzarnos con gente mirando sus pantallas e ignorando lo que pasa a su alrededor, en el metro, caminando por la calle, en la escuela o en un bar. La tecnología se ha convertido en una parte muy importante de nosotros, nos ha transformado en cyborgs como tal y como comentábamos en un artículo anterior.
Y qué decir sobre la falta de privacidad, resulta verdaderamente extraño conocer a alguien que no haga uso de las redes sociales. Sin embargo si hablamos de personas incapaces de pasar un día sin actualizar sus perfiles sociales, que están constantemente informando de aquello que les ocurre, ¿a que os viene más de un nombre de amigos o conocidos a la cabeza? Lo cierto es que hemos normalizado estos aspectos negativos de las tecnologías y hemos integrado la presencia constante de las pantallas en nuestra rutina, lo que no significa que estos progresos tecnológicos sean dañinos o negativos en sí mismos, sino que, como la mayoría de cosas tiene su parte positiva y negativa. De nosotros depende hacer un uso razonable de estos productos o volvernos adictos a los aspectos más superfluos de estos. En otras palabras, debemos aprender a hacer uso de la tecnología, pero no convertirnos en esclavos de ésta.
Y vosotros, ¿creéis que hacemos un uso desmesurado de las nuevas tecnologías? ¿Pensáis que esto nos vuelve atontados? ¿coincidís con la visión de Chomsky? ¿Qué opinión os merece las Google Glass, os gustaría tener unas? No dudéis en compartir vuestras veredictos y puntos de vista sobre el tema.
Aunque suene similar a crowdfunding, no es exactamente lo mismo aunque funciona de forma parecida. El crowdsourcing es una forma de externalizar tareas y trabajos a través de plataformas de Internet para que la comunidad de profesionales propongan soluciones por medio de convocatorias abiertas.
CROWD (una multitud de personas)
+
OUTSOURCING (externalización de tareas)
=
CROWDSOURCING
Es por tanto una forma de cocreación a través de Internet con la que se propicia un tipo de colaboración abierta, y en la que hay dos figuras: el cliente, que propone la idea de lo que necesita, y los profesionales freelance, que le responden con posibles soluciones a lo que busca.
El crowdsourcing es una herramienta que suelen utilizar empresas de distintos ámbitos, pero también podemos usarla cualquiera de nosotros, ya sea como clientes o como profesionales que aporten las propuestas.
Gracias al crowdsourcing y la web 2.0 se han llevado a cabo proyectos como El Plan B de Carlos Jean junto a Ballantines, LEGO Ideas, que da la opción de proponer proyectos que podrían producirse, o la convocatoria de Oysho a través de Facebook, que en 2013 ofrecía la posibilidad de ganar un premio de 1.000€ y ser el autor del diseño de una camiseta para la nueva colección, y que ya lleva 3 ediciones.
En el blog Comunicación Política e Internet nos hablaban hace poco del crowdsourcing político, pero aquí voy a centrarme en las plataformas de crowdsourcing que están dedicadas al diseño, ya sea de logotipos, carteles, portadas de libros, etc., aunque no sólo existen de este tipo.
Es necesario tener una cuenta en alguna de las plataformas.
Si te registras como cliente:
Publica tu proyecto o rellena un briefing con la idea de lo que buscas.
Escoge la cantidad de dinero con la que recompensar la idea ganadora, que suele oscilar entre los 150 y los 1.200€ (si al final no eliges ningún diseño ganador lo normal es que te devuelvan el 100% del dinero).
Recibe propuestas durante una semana. Elige un ganador, acuerda una cesión de derechos con él, y ya puedes utilizar tu nuevo diseño.
Si te registras como profesional:
Busca entre los proyectos activos.
Haz un diseño acorde y participa en el concurso.
Si resultas ganador serás recompensado con la cantidad marcada por el cliente.
Algunas de las plataformas que ofrecen estos servicios orientados al diseño gráfico son Freelancer, Adtriboo o 99designs.
El crowdsourcing tiene claras ventajas y desventajas, y es cierto que mucha gente entiende estas plataformas como una forma de encontrar mano de obra barata para un trabajo, de forma que los mayores beneficiados serán siempre los clientes/empresas. ¿Veis estas plataformas como un servicio que se aprovecha, en este caso, de los diseñadores gráficos, o como un buen mercado de negocio al que pueden acceder nuevos talentos?
Aparentemente, iBooks sirve para crear libros de texto educativos, pero también permite la creación de libros de recetas o de historia, libros de imágenes o manuales educativos. La aplicación permite la introducción de fotos, imágenes interactivas en 3D, vídeos, texto, etc, y esto a través de widgets Multi Touch.
difundir su creación, la segunda está más centrada en la intención interactiva. El envío puede ser en formato abierto para que se siga editando en otro ordenador, en formato ibooks o en PDF para que funcione en otras tabletas o incluso en el ordenador.
convocatorias abiertas.
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